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Fred R. Coulter

Ministro

 

Carta Septiembre-Octubre 2017

 

Septiembre 15, 2017

 

Queridos hermanos,

 

          Texas y la Florida han sido golpeados con doble mal—huracanes Harvey e Irma. La devastación en Texas ha sido sin precedentes debido a una caída record de 1.44 metros de lluvia. Harvey dejó un vasto sendero de destrucción—vías, puentes, edificios, fábricas y 300,000 casas destruidas. Miles y miles de personas han perdido todo. Luego la Florida fue golpeada por uno de los más grandes y más poderosos huracanes en la historia de ese estado. Un huracán de 500 kilómetros de ancho golpeó casi que toda parte del estado. Por favor mantenga a todos en sus oraciones—especialmente a los hermanos en esas áreas. Como una mujer quien perdió todo dijo de Harvey, “Si el poder de este desastre no lo humilla, nada lo hará. ¡Dios ayúdanos a todos!”

          Parece que todo el mundo está quemado con problemas terribles: guerras, hambres, incendios, huracanes, tifones, diluvios, sequias, ataques terroristas, pestilencia. Adicione a eso los problemas de enfermedades y males, crimen y drogas, y una amplia corrupción del gobierno.

          Y ahora hay posibilidad de guerra con Corea del norte, la cual sería catastrófica para USA y Asia. Si el dictador de Corea del norte, Kim Jung Un, decide implementar un ataque nuclear a USA o sus aliados, el resultado de muertes seria en los millones—en ambos lados. Sin embargo nadie parece ser capaz de disuadir su destrucción declarada de USA.

          Todos estos problemas son parte de la crisis al cierre de esta era del gobierno del hombre bajo Satanás el diablo. Cuando leemos Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21, combinado con el libro de Apocalipsis, la magnitud de los eventos del tiempo del fin parece surrealista. Pero ahora estamos viendo la profecía desenvolverse la cual puede rápidamente encender a ¡todo el mundo! Y todo esto es el resultado de ilegalidad rampante. Pero algo es seguro: Dios cumple la profecía al máximo—¡ni una palabra fallará!

          Concerniente al tiempo justo antes de Su regreso, Jesús dijo que las condiciones del mundo alcanzarían un punto que, si Dios no interviene, ninguna vida sería librada. “Porque entonces habrá gran tribulación, tal como no la ha habido desde el principio del mundo hasta este tiempo, ni la habrá nuevamente. Y si aquellos días no fueran limitados, ninguna carne sería salva; pero por amor a los elegidos aquellos días serán limitados.Porque en aquellos días habrá gran tribulación, tal como no ha habido igual desde el principio de la creación que Dios creó hasta este tiempo, ni nunca la habrá otra vez. Y a menos que el Señor hubiera limitado los días, ninguna carne sería salva; pero por amor a los elegidos, quienes ha escogido, Él ha limitado los días” (Mateo 24:21-22; Marcos 13:19-20).

          El Reino de Dios por venir y la Guerra final: La única esperanza del mundo en todos estos problemas—incluyendo aún más problemas horribles por venir—es el asombroso retorno de Jesucristo en poder para rescatar a la humanidad de la completa destrucción. Pero comenzando con Abel el recto, Dios ha escogido a Sus elegidos—para reinar con Cristo y salvar el mundo y traer paz a ¡todas las naciones!

          Cuando Jesús regrese en poder asombroso y gran gloria, toda persona en la tierra será capaz de ver y sentir este evento espectacular que sacude a la tierra. Jesús dijo que todo ojo lo verá a Él viniendo en las nubes (Apocalipsis 1:7). Sin embargo, llegando a este tiempo, Satanás habrá engañado a todo el mundo—haciendo que la humanidad crea que el regreso de Jesús es una ¡invasión de extraterrestres! En cierto sentido, eso será cierto—porque Dios el Padre y Jesucristo son en realidad extraterrestres para la gente de este mundo. Satanás engañará al mundo para creer en realidad que él es Dios y hará que los hombres lo adoren (Apocalipsis. 12:9; 13:3-4; II Tesalonicenses 2:7-12).

          En el tiempo establecido, la primera resurrección tendrá lugar en el Día de Pentecostés en el año del regreso de Jesús. Cuando seamos resucitados de los muertos, los ángeles llevarán a los santos al gigantesco Mar de vidrio en las nubes posicionado directamente sobre la tierra santa. Después que eventos especiales y ceremonias tengan lugar en el Mar de vidrio [refiérase al estudio del Día 49 y Pentecostés], seremos entonces reunidos en el ejército recto de Cristo, el Rey poderoso y Salvador del mundo. Luego, en la Fiesta de Trompetas, seguiremos a Cristo y descenderemos a la tierra para destruir los ejércitos de la Bestia y Satanás—¡la guerra final! Apocalipsis 17 y 19 detallan esta guerra: “Y los diez cuernos que viste son diez reyes, quienes no han recibido aún un reino, pero recibirán autoridad como reyes por una hora con la bestia. Todos estos tienen una mente, y darán su poder y autoridad a la bestia. Estos harán guerra con el Cordero, pero el Cordero los vencerá; porque Él es Señor de señores y Rey de reyes, y aquellos que están con Él son llamados, y escogidos, y fieles” (Apocalipsis 17:12-14).

          Jesús le dijo a Pilato antes que Él fuera crucificado, “Si Mi reino fuera de este mundo, entonces Mis siervos pelearían” (Juan 18:36). ¡Participaremos en esta guerra! Y bajo la dirección de Cristo ¡ganaremos! Note: “Y vi el cielo abierto; y he aquí, un caballo blanco; y Quien se sentó sobre el es llamado Fiel y Verdadero, y en justicia Él juzga y hace guerra.  Y Sus ojos eran como una llama de fuego, y sobre Su cabeza habían muchas coronas; y tenía un nombre escrito que nadie conoce excepto Él. Y estaba vestido con un vestido sumergido en sangre; y Su nombre es La Palabra de Dios.

          “Y los ejércitos  [todos los santos] en el cielo estaban siguiéndolo sobre caballos blancos; y estaban vestidos en lino fino, blanco y puro. Y de Su boca sale una espada afilada, para con ella poder herir a las naciones; y las pastoreará con una vara de hierro; y Él pisa el lagar de la furia y la ira del Dios Todopoderoso. Y sobre Su vestido y sobre Su muslo tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.

          “Luego vi un ángel de pie en el sol; que gritó con una fuerte voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo, “Vengan y júntense a la cena del gran Dios para que puedan comer la carne de reyes, y la carne de capitanes jefes, y la carne de hombres poderosos, y la carne de caballos, y de aquellos que se sientan sobre ellos, y la carne de todos, libres y esclavos, y pequeños y grandes.”

          “Y vi a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para hacer guerra contra Quien se sienta sobre el caballo, y contra Su ejército. Y la bestia fue tomada, y con él el falso profeta quien obraba milagros en su presencia, por los cuales había engañado a aquellos que recibieron la marca de la bestia y a aquellos que adoraron su imagen. Esos dos fueron echados vivos dentro del lago de fuego, el cual quema con azufre; y el resto fue muerto por la espada de Quien se sienta sobre el caballo, la misma espada que sale de Su boca; y todas las aves fueron llenas con sus carnes” (Rev. 19:11-21).

          Hay numerosas profecías a través de la Biblia que predicen este evento asombroso por venir—la guerra final en el plan de Dios. Jeremías escribe estas palabras de Dios: “Y profetiza en contra de ellos todas estas palabras, y diles, ‘El SEÑOR rugirá desde lo alto, y dará Su voz desde Su Santa habitación. Rugirá poderosamente sobre Su morada. Él dará un grito, como aquellos que pisan uvas, contra todos los pueblos de la tierra. Un ruido vendrá a los confines de la tierra; porque el SEÑOR tiene una controversia con las naciones; pleiteará con toda carne, entregará a la espada a aquellos que son malvados,’ dice el SEÑOR.” Así dice el SEÑOR de los ejércitos, “He aquí, mal saldrá de nación a nación, y un gran torbellino será agitado desde las esquinas más lejanas de la tierra. Y los muertos del SEÑOR estarán en aquel día desde un fin de la tierra hasta el otro fin de la tierra; no serán llorados, ni recogidos, ni enterrados. Ellos serán como estiércol sobre la tierra” (Jeremías 25:30-33).

          Zacarías también profetizó de esta guerra hace 2,300 años con casi el mismo lenguaje de Apocalipsis 19: “Porque Yo reuniré a todas las naciones para luchar contra Jerusalén;Y el SEÑOR saldrá y peleará contra esas naciones, como cuando Él peleó en el día de batalla. Y Sus pies se pararán en ese día sobre el Monte de los Olivos el cual está delante de Jerusalén al oriente, y el Monte de los Olivos se partirá en dos, desde el oriente y hasta el occidente, y se hará un valle muy grande. Y la mitad de la montaña se moverá hacia el norte, y la mitad de ella hacia el sur.Y el SEÑOR mi Dios vendrá, y todos los santos Contigo.

          “Y sucederá en ese día, que la luz no será ni clara, ni oscura. Y será un día el cual será conocido por el SEÑOR, ni día ni noche; sino sucederá que en tiempo nocturno estará iluminado. Y será en ese día, que aguas vivas saldrán de Jerusalén; la mitad de ellas irán hacia el mar oriental, y la mitad de ellas hacia el mar occidental. En verano y en invierno será.

          “Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra; en ese día habrá un SEÑOR, y Su nombre será uno.Y ellos vivirán en ella, y nunca más habrá ninguna destrucción total, sino Jerusalén vivirá segura. Y esta será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a toda la gente que ha peleado contra Jerusalén. Su carne se consumirá mientras estén parados sobre sus pies, y sus ojos se consumirán en sus cuencas. Y su lengua se consumirá en sus bocas. Y será en ese día que un gran pánico del SEÑOR estará entre ellos. Y cada uno echará mano de su vecino, y su mano se levantará contra la mano de su vecino. Y Judá también peleará en Jerusalén; y la riqueza de todas las naciones de alrededor será reunida—oro, y plata, y ropa en gran abundancia. Y de la misma manera será la plaga del caballo, la mula, el camello, y el burro, y de todas las bestias las cuales estarán en estos campos—será como esta plaga.

          “Y sucederá que todo el que sea dejado de todas las naciones las cuales subieron contra Jerusalén incluso subirán de año en año a adorar al Rey, el SEÑOR de los ejércitos, y a guardar la Fiesta de Tabernáculos” (Zacarías 14:2-16).

          La Fiesta de Tabernáculos representa el tiempo de mil años de gobierno mundial de Jesucristo y los santos trayendo el gobierno de Dios y paz para toda la humanidad (Isaías 9:6-7). El profeta Miqueas declara que no habrá guerra: “Pero será en los últimos días que la montaña de la casa del SEÑOR será establecida en la cima de las montañas y será exaltada sobre los montes; y la gente fluirá a ella. Y muchas naciones vendrán y dirán, “Vengan y subamos a la montaña del SEÑOR, y a la casa del Dios de Jacob. Y Él nos enseñará Sus caminos, y caminaremos en Sus senderos”—porque la ley saldrá de Zion, y la Palabra del SEÑOR de Jerusalén. Y Él juzgará entre mucha gente y reprenderá naciones fuertes lejanas; y ellos batirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en ganchos de poda. Nación no levantará espada contra nación, ni ellos aprenderán más la guerra, sino se sentarán cada uno bajo su propia vid y bajo su propio árbol de higos; y nadie los hará temer; porque la boca del SEÑOR de los ejércitos ha hablado” (Miqueas 4:1-4).

          Mientras observamos el mundo hoy y nos preparamos para guardar las Fiestas de otoño de Trompetas, Expiación, Tabernáculos y Ultimo Gran Día, necesitamos mantener estas Escrituras en mente. Jesús nos amonestó a mantener nuestras mentes en la meta: “Pero busquen el reino de Dios, y todas estas cosas les serán añadidas. No tengan miedo, rebaño pequeño, porque su Padre se deleita en darles el reino (Lucas 12:31-32).

          Recuerde, Dios el Padre y Jesucristo nos han llamado no solo para recibir vida eterna, sino para reinar con ellos ¡por toda la eternidad! Para inspirarnos, el apóstol Juan escribe: “Bendito es el que lee, y aquellos que oyen las palabras de esta profecía y quienes guardan las cosas que están escritas en ella; porque el tiempo está a la mano. Juan a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz sean a ustedes de Quien es, y Quien era, y Quien debe venir; y de los siete espíritus que están delante de Su trono; y de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de los muertos, y el Gobernador de los reyes de la tierra. A Él Quien nos amó y lavó de nuestros pecados en Su propia sangre, y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y Su Padre; a Él sea la gloria y la soberanía en  las eras de eternidad.Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella; y Sus siervos le servirán, y ellos verán Su cara; y Su nombre estará en sus frentes. Y no habrá noche allí; porque ellos no tienen necesidad de una lámpara o de la luz del sol, porque el Señor Dios los ilumina; y ellos reinarán en las eras de eternidad. Y me dijo, “Estas palabras son fieles y verdaderas; y el Señor Dios de los santos profetas envió Su ángel para mostrar a Sus siervos las cosas que deben pasar prontamente. He aquí, Yo vengo prontamente. Bendito es aquel que guarda las palabras de la profecía de este libro”” (Apocalipsis 1:3-6; 22:3-7).

          Más sobre el Misterio del protestantismo: Como parte de esta carta estamos incluyendo un estudio especial de Colosenses 2, el cual adiciona a los estudios sobre el “Misterio del protestantismo.” Como es típico del protestantismo, esta sección de la Escritura es completamente mal interpretada. ¿Por qué? Porque el fundamento de casi toda la teología protestante es la enseñanza que la Ley, el Sábado, y los Días Santos han sido abolidos—lo cual claman, dándoles licencia para guardar el domingo y los festivos del mundo.

          Pero cuando se entiende adecuadamente, Colosenses 2 en realidad dice exactamente ¡lo opuesto! De hecho, este prueba que ¡estamos obligados a guardar la Ley y el Sábado! Demuestra que estos gentiles convertidos estaban en realidad guardándolos, como es evidenciado por el hecho de que Pablo instruyó a estos cristianos a “que nadie los juzgue por guardarlos.” Encontrará que este es un estudio interesante y significativo.

          Hermanos, acerquémonos a Dios diariamente en oración sentida y en el estudio de Su Palabra. Esta es la única forma para crecer en gracia y conocimiento. Damos gracias a Dios por Su bondad y misericordia por todo Su pueblo. Les agradecemos por su amor y fidelidad a Dios y unos a otros. Gracias por sus oraciones por nosotros y por todos los hermanos. Gracias por su fidelidad en sus diezmos y ofrendas, especialmente en estos tiempos difíciles. Oramos que Dios continúe bendiciéndolos y velando por ustedes en todo. Estamos orando diariamente por ustedes—por salud y sanidad a través del amor y gracia de Dios.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

 

 

Fred R. Coulter

FRC

 

 

Colosenses 2:14—¿Fueron los 10 mandamientos realmente clavados en la cruz cuando Jesús fue crucificado?

 

          Otro ejemplo de mala interpretación de los escritos de Pablo es encontrado en Colosenses 2:14, 16-17, y surge de una traducción extremadamente pobre del texto griego. Infortunadamente, este mal entendimiento particular ha llevado a millones a creer que todas las leyes y mandamientos fueron clavados a la cruz cuando Jesús fue crucificado. Como en el caso de Gálatas 4, notaremos que la interpretación falsa de los protestantes es exactamente lo opuesto de lo que Pablo escribió y quiso decir en realidad.

 

Examinemos la traducción de la Reina Valera de este pasaje clave, comenzando con el verso 14: “Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.”

 

De esta traducción oscura, la gente presume que la frase “acta de los decretos” constituye las leyes y mandamientos de Dios. Po lo tanto, ellos concluyen incorrectamente que los 10 Mandamientos fueron clavados a la cruz.

 

En el griego, “acta de los decretos” es chriographon tois dogmasin—lo cual significa literalmente “escritura en decretos o dogmas.” En el Nuevo Testamento, dogma siempre se refiere a “decretos” escritos por hombres (Lucas 2:1; Hechos 16:4; 17:7; Efesios 2:15). En ningún lado en toda la Biblia dogma, “decretos,” se refiere a alguna parte de la Ley de Dios. Po lo tanto, esta frase en Colosenses 2:14 no tiene nada que ver con la Ley bíblica.

¿Pero qué significa realmente la expresión “acta de decretos”? Como veremos, la frase se refiere a un registro escrito delos pecados de uno, llamada “una nota de deuda.” En su libro épico Las dos Babilonias, Alexander Hislop escribe concerniente a esta práctica religiosa griega pagana, la cual los convertidos en Colosas indudablemente habían practicado antiguamente (la práctica también fue encontrada en la antigua religión china): “En una obra de alguna importancia sobre las costumbres, llamada Méritos y deméritos examinados, [describe como] un hombre es inducido a llevar consigo mismo una relación [escrita] de débitos y créditos de las acciones de cada día, y a liquidarlas [en resumen] al final del año. Si el balance es a su favor, éste sirve como base para un capital de méritos para el año siguiente; y si en su contra, deben ser liquidados por obras buenas futuras 9justificacion por obras]. Se dan algunas listas y tablas comparativas, tanto de las acciones buenas como de las malas en las distintas relaciones de la vida; y se inculca celosamente la benevolencia primero con respecto al hombre, y después con respecto a las bestias de la creación. Causar la muerte a alguien se cuenta como un ciento en lado del demérito; en tanto que un solo acto de caridad descarga las cuentas en uno en el otro lado....” (pág. 231).

 

Así, la frase en Colosenses 2:14 debería ser traducida como “nota de deuda contra nosotros con los decretos de nuestros pecados”—o un listado simbólico de nuestros pecados contra Dios. Nuestros pecados y la deuda de nuestros pecados fueron clavados a la cruz cuando Jesucristo fue crucificado y murió. Basado en un verdadero arrepentimiento de los pecados a Dios el Padre, Jesucristo borra la “nota de deuda” a través de la remisión de nuestros pecados. Jesucristo, Quien no conoció pecado, fue hecho pecado por nosotros. Él fue clavado a la cruz como una ofrenda por los pecados del mundo entero. La “nota de deuda” de nuestros pecados fue clavada simbólicamente a la cruz, NO los mandamientos de Dios los cuales permanecen para siempre.

 

Cuando Colosenses 2:13 es incluido con la traducción correcta del verso 14, el verdadero significado de lo que Pablo escribió llega a ser claro: “A ustedes, quienes estaban una vez muertos en sus pecados y en la circuncisión de su carne, ahora Él los ha hecho vivos con Él, habiendo perdonado todas sus ofensas. Él ha borrado la nota de deuda contra nosotros con los decretos de nuestros pecados, la cual nos era contraria; y la ha quitado, habiéndola clavado a la cruz.” Por lo tanto, el significado real de estos versos no tiene nada que ver con clavar la Ley a la cruz, como es creído falsamente por millones de cristianos profesantes.

 

Colosenses 2:16-17—Su verdadero significado

         

La distorsión errónea de estos dos versos ha hecho que el protestantismo denuncie la observancia del Sábado bíblico, los días santos y las carnes limpias e impuras más que cualquier otro pasaje en el Nuevo Testamento. Consecuentemente, ha provocado que ministros y legisladores por igual “hurguen” a través del Nuevo Testamento en búsqueda de otras escrituras para sustanciar su mala interpretación—resultando en una miríada de interpretaciones y creencias adicionales falsas que parecen reforzar sus prácticas de guardar el domingo y observar los días festivos ocultos. Cuando uno casualmente lee estos versos, da la apariencia de que tal interpretación puede ser correcta—pero tal no es el caso.

 

En la VRV60. Colosenses 2:16 dice: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,”—verso 17—“todo lo cual es sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo es de Cristo.”

 

Para añadir más confusión a este rompecabezas doctrinal, la Nueva Versión Internacional envistió el verso 17 con la siguiente mala traducción deliberada: “Estas son una sombra de las cosas que debían venir.” Al hacerlo así, ellos reforzaron la falsa idea de que, ya que Cristo ya ha venido, las cosas que “debían venir” ya han sido cumplidas. Así, ellos se adhieren tenazmente a su creencia errónea de que ciertamente “la vida, muerte y resurrección terminaron todas estas leyes y mandamientos de Dios.”

 

Sin embargo, la preposición griega que los traductores de la NVI tradujeron mal en la frase en tiempo pasado “debían venir” es en realidad un tiempo presente, participio plural activo articular, toon mellontoon, lo cual es imposible de traducir como una acción completada en tiempo pasado. Una traducción honesta puede únicamente reflejar el tiempo presente, continuo, significando “las cosas por venir,” o “las cosas venideras”—lo cual puede únicamente significar el despliegue continuo de la profecía y el plan de Dios.

 

Más importante es que sabemos que la iglesia de los Colosenses estaba compuesta enteramente de convertidos gentiles. Pablo predicó “el misterio entre los gentiles” (Colosenses 1:27), y se refiere a su circuncisión espiritual del corazón a través de Jesucristo—su conversión—en contraste a su condición física de “incircuncisión” de la carne (Colosenses 2:13).

 

Como encontramos en Hechos 19, cuando los gentiles convertidos abandonaron su religión pagana y adoración a dioses y diosas griegas, encontraron resistencia y ridiculización. Y en el caso de Pablo, él fue amenazado de muerte porque dejó el judaísmo. De la misma manera, cuando los Colosenses se convirtieron, sus vidas fueron cambiadas completamente. Ellos abandonaron sus pasadas prácticas religiosas paganas, abandonaron los templos idolatras, y cesaron de participar en festivales religiosos y días de adoración paganos. En su lugar, ellos observaban el séptimo día semanal, Sábado, y como Pablo enseñó en todas las iglesias, ellos eran fieles a los Días Santos y Festivales del verdadero Dios.

 

          Esto hizo que aquellos de afuera de la iglesia hicieran juicios contra los hermanos Colosenses por haber abandonado su filosofía religiosa antigua y su adoración a ángeles. Cuando entendemos las circunstancias con las que Pablo estaba tratando cuando escribió Colosenses 2:16-17, entonces el verdadero significado del pasaje llega a ser claro.

 

Un análisis de Colosenses 2:16-17: Aquí hay una traducción fiel al griego original de Colosenses 2:16-17: “Por tanto, no permitan que nadie los juzgue en comida o en bebida, o con relación a un festival, o luna nueva, o los Sábados,”—verso 17— “los cuales son un presagio de las cosas que están viniendo, sino el cuerpo de Cristo.”

 

1)             La primera frase—“Por tanto, no permitan que nadie los juzgue”—significa que porque ellos eran ahora convertidos y habían cambiado sus vidas para creer y obedecer el Evangelio, y estaban ahora guardando las leyes y mandamientos de Dios en vez de sus caminos antiguos paganos, por lo tanto, ellos no debían dejar que alguien de afuera de la Iglesia los juzgara por su nueva forma de vida.

 

2)             “…en comida o en bebida,…” Cuando ellos eran paganos comían todas las carnes—limpias e impuras. Después de su conversión ya no comían carnes impuras (I Timoteo 4:1-5). De la misma manera, ellos ya no se involucraban en borracheras como en el pasado, lo cual era parte de sus prácticas religiosas paganas. Ahora, porque ellos habían cambiado sus caminos, debían ignorar los juicios y criticismo de aquellos fuera de la iglesia.

 

3)             “…o con relación a un festival, o luna nueva, o los Sábados” En vez de mostrar que los Colosenses estaban siendo juzgados por rechazar los festivales y Sábados de Dios, esta frase significa exactamente lo opuesto. Como en el caso de los Gálatas, como antiguos paganos ellos nunca habían observado ninguno de los festivales y Sábados bíblicos antes de su conversión. Por lo tanto, aquellos fuera de la Iglesia no estaban juzgando a los Colosenses porque ya no guardaran estas cosas sino que los estaban juzgando porque después de su conversión, ciertamente, las guardaban.

Una palabra acerca de “luna nueva”: Ya que está en singular, se refiere al Calendario Hebreo Calculado, y debe estar refiriéndose a la Fiesta de Trompetas, un día santo, porque el primer día del séptimo mes (una luna nueva) es la fecha de comienzo para los cálculos del Calendario Hebreo.

 

4)             “…los cuales son un presagio de las cosas que están viniendo” Esta frase importante muestra que los verdaderos cristianos—aquellos obedeciendo el camino de vida de Dios—tendrán un entendimiento de los eventos venideros en profecía mientras el plan de Dios se desenvuelve.

 

5)             “…sino el cuerpo de Cristo.” Esta frase puede reflejar dos significados. Primero, ya que los hermanos Colosenses estaban siendo juzgados por aquellos afuera de la Iglesia por su nueva conducta convertida, cualquier juicio concerniente a estos asuntos debía solamente ser hecho en y por la Iglesia, la cual es “el cuerpo de Cristo.” Segundo, esta frase puede también significar que la realidad de observar el Sábado y días santos de Dios puede ser encontrada únicamente en el “cuerpo de Cristo”—la Iglesia—no desde afuera de la Iglesia. En otras palabras, el verdadero conocimiento y significado de tales días puede ser encontrado únicamente en las Iglesias de Dios. Como dijo Jesús, “ “Porque ha sido dado a ustedes el saber los misterios del reino del cielo, pero esto no ha sido dado a ellos [a los de afuera del cuerpo de Cristo—afuera de la verdadera Iglesia de Dios]…Pero benditos son sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque oyen. Porque verdaderamente les digo, muchos profetas y hombres justos han deseado ver lo que ustedes ven, y no han visto; y oír lo que ustedes oyen, y no han oído.” (Mateo 13:11, 16-17).

 

Todo el capítulo de Colosenses 2 es un contraste entre el camino de Dios a través de Jesucristo y el camino de los paganos con sus filosofías religiosas y adoración a ángeles caídos. Cuando los versos de este capítulo son divididos en estos dos elementos contrastantes, el verdadero significado y completa intención de lo que Pablo escribió llega a ser claro. Abajo, los versos de Colosenses 2 están divididos en: “A” Cosas relacionadas a Cristo y Dios el Padre y la forma de vida cristiana, y “B” Advertencias contra el paganismo, las filosofías religiosas y la adoración a ángeles caídos.

 

Colosenses 2 dividido en elementos A y B

 

A.            Ahora, quiero que entiendan cuan gran preocupación tengo por ustedes, y por aquellos en Laodicea, y por tantos como no han visto mi cara en la carne; que sus corazones puedan ser animados, siendo tejidos juntamente en amor hacia todas las riquezas de la plena seguridad de entendimiento, hacia el conocimiento del misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; en Quien están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento.” (versos 1-3).

B.            Ahora, esto digo para que nadie pueda engañarlos con palabras persuasivas.” (verso 4).

 

A.            Porque aunque estoy ciertamente ausente en la carne, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, alegrándome y considerando su orden, y la firmeza de su fe en Cristo. Por tanto, como han recibido a Cristo Jesús el Señor, estén caminando en Él; siendo arraigados y construidos en Él, y siendo confirmados en la fe, exactamente como fueron enseñados, abundando en ella con acción de gracias.” (versos 5-7).

B.            Estén en guardia para que nadie los tome cautivos a través de filosofía y vano engaño, de acuerdo a las tradiciones de hombres, de acuerdo a los elementos del mundo, y no de acuerdo a Cristo.” (verso 8).

 

A.            Porque en Él vive corporalmente toda la plenitud de la Divinidad; y ustedes están completos en Él, Quien es la Cabeza de todo principado y poder en Quien también han sido circuncidados con la circuncisión no hecha por manos, quitando el cuerpo de los pecados de la carne por la circuncisión de Cristo; habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, por el cual también han sido levantados con Él a través de la obra interna de Dios, Quien lo levantó a Él de los muertos. A ustedes, quienes estaban una vez muertos en sus pecados y en la circuncisión de su carne, ahora Él los ha hecho vivos con Él, habiendo perdonado todas sus ofensas. Él ha borrado la nota de deuda contra nosotros con los decretos de nuestros pecados, la cual nos era contraria; y la ha quitado, habiéndola clavado a la cruz. Tras despojar los principados y los poderes, Él hizo un espectáculo público de ellos, y ha triunfado sobre ellos en eso [a través de Su crucifixión y resurrección].”(versos 9-15).

B.            Por tanto, no permitan que nadie los juzgue en comida o en bebida, o con relación a un festival, o luna nueva, o los Sábados, los cuales son un presagio de las cosas que están viniendo, sino el cuerpo de Cristo. No permitan que nadie los defraude del premio haciendo la voluntad de él en auto-degradación y adoración a ángeles, entrometiéndose en cosas que él no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal y no aferrándose a la Cabeza,..” (versos 16-19).

 

A.            “…la Cabeza, de Quien todo el cuerpo, siendo suplido y tejido juntamente por las uniones y bandas, está incrementándose con el incremento de Dios. Por tanto, si ustedes han muerto a los elementos [vea Gálatas 4:8-10] del mundo juntamente con Cristo,…” (versos 19-20).

B.            “…¿por qué están sujetándose a sí mismos a los decretos de hombres como si estuvieran viviendo en el mundo? Ellos dicen, ‘¡No pueden manipular! ¡No pueden catar! ¡No pueden tocar!’ El uso de todas esas cosas lleva a corrupción, de acuerdo a los mandamientos y doctrinas de hombres, las cuales ciertamente tienen una apariencia externa de sabiduría en adoración voluntaria a ángeles, y auto-degradación, y despiadado tratamiento del cuerpo, ni en ninguna consideración a la satisfacción de las necesidades de la carne.” (versos 20-23).

 

Cuando el capítulo es tomado como un todo—y uno examina las advertencias contrastantes de Pablo—llega a ser obvio que Pablo no abolió las leyes dietarias de carnes limpias e impuras, los festivales anuales o el Sábado semanal, o adoptó un sistema calendario pagano. Más aun, ninguna de las leyes de Dios fue clavada a la cruz. Más bien, Pablo está afirmando claramente que los gentiles en Colosas debían continuar observando las leyes y mandamientos de Dios como se les había enseñado. Pablo estaba instruyendo a los Colosenses a desechar el criticismo y los juicios duros de aquellos afuera de la iglesia, porque la observancia del Sábado y los Días Santos de Dios son una sombra continua de los eventos aun por ocurrir en el plan de Dios. Al ser fieles y guardar los mandamientos de Dios, ellos siempre estarían adorando al verdaderos Dios, siendo construidos en Jesucristo y nunca perderían el entendimiento del plan de Dios. Por la verdadera obediencia a Dios el Padre y a Jesucristo, ellos nunca serían engañados otra vez por vanas filosofías y decretos de hombres, ni serian seducidos a adorar a ángeles caídos—Satanás y sus demonios. Este es el verdadero significado de Colosenses 2.